jueves, febrero 26, 2009

No escuchar


Muchos de vosotros, mis amigos, me definís como alguien que siempre tiene respuestas para todo.
Ahora mismo, diría que no las tengo.
De hecho, quiero dejar de oír preguntas.
Quiero dejar de oír la radio, de ver la tele, de escuchar a la gente.
El mensaje negativo ha llegado y parece que viene para quedarse. Se ha establecido entre nosotros y no hay conversación que no lo mencione.
Está entre nosotros como un virus informático. Se extiende y no podemos ser inmunes porque es contagioso, muy contagioso.
Quero ponerme en cuarentena. No escuchar. No ver. No leer.
Aislarme del mensaje.
Ocultarme del mundo un tiempo. Encerrarme en un búnker psicológico protegido del exterior. Llevarme a su interior algo de música, de cine, de libros, de fotos.
No quiero escuchar. Quiero sentir el temporal como suena una tormenta lejana en la ciudad cuando me encuentro en una habitación cerrada, acostado en la cama y bien abrigado.
Y cuando salga el sol, que seguro ha de salir, desperezarme con los ojos entornados y volver a abrir mis sentidos al mundo, descansado y recordando todos los bellos sueños mantenidos durante el letargo.
Espero que el temporal pase pronto, mientras tanto, no me preguntéis mucho, que yo me quedo en mi búnker.